agosto 29, 2007

Revisiones veterinarias

"Todos sabemos que la prevención de una enfermedad o el cogerla en sus primeras etapas es mejor que tratarla una vez que ha tenido tiempo para progresar a etapas más severas. La asistencia médica preventiva nos ayudará siempre a conseguirlo, y a evitarnos a nosotros y a nuestra mascota un sufrimiento innecesario y un mayor gasto económico. Así como los exámenes físicos anuales están recomendados para las personas, también se recomiendan para nuestros animales domésticos.
Cada pequeña mascota debería ser examinada y sus condiciones de vida y dieta revisados por un veterinario al menos una vez al año. Los animales ancianos y todos aquellos que muestran sintomas de alguna enfermedad a menudo necesitarán revisiones más frecuentes.


HISTORIAL
Durante el examen físico anual deberías repasar estos aspectos de las condiciones de vida de tu mascota, dieta y salud con tu veterinario :

- Cuánto tiempo hace que está contigo.

- Dónde compraste tu mascota.

- Qué otros animales tienes en casa.

- Si están en jaulas separadas.

- Cómo es el estado de salud de esas otras mascotas.

- El alojamiento, incluyendo el tamaño y tipo de la jaula, el material de lecho y los accesorios de que disponga; si y con qué frecuencia sacas al animal de su jaula; si lo dejas salir al exterior.

- La higiene de la jaula: frecuencia de limpieza y productos de limpieza que usas.

- La temperatura ambiental.

- Fuentes luminosas directas e indirectas y tiempo que se mantienen encendidas.

- La humedad relativa de la jaula, y agua/ fuentes de humedad presentes.

- Dieta habitual incluyendo marcas, y si es posible: qué y cuánto se le pone y qué y cuánto come el animal; frecuencia de alimentación.

- Descripción de los excrementos: color, cantidad y consistencia.

- Tipos de juguetes que utiliza; cualquier suceso en que se haya masticado o roído articulos de la casa.

- Uso de medicamentos : tipo, marca y dosis.

- Uso de suplementos alimenticios (vitaminas o minerales) : tipo, marca y dosis.

- Uso de pesticidas o cualquier otro tratamiento: tipo, marca y dosis.

- Exposición a otros pequeños animales domésticos o fauna ( en concursos o exposiciones, residencias, viajes).

- Exposición a toxinas potenciales (productos de limpieza, humos, metales pesados, pesticidas).

- Historia reproductiva.

- Cualquier cambio en su comportamiento.

- Cualquier problema médico notable (aletargamiento, cambios en su aspecto físico, ingestión de objetos extraños, falta de apetito, heridas, golpes o caidas, etc).

No te sorprendas si el veterinario pasa más tiempo hablando contigo que haciéndole el exámen a tu pequeña mascota. La mayor parte de enfermedades en pequeños animales domésticos están relacionadas con sus condiciones de vida y problemas alimenticios, así que es vital que todo lo anterior sea revisado contigo cuidadosamente. Durante la conversación, asegúrate de preguntar cualquier duda que puedas tener en cuanto a la salud de tu mascota y su cuidado. Este es el momento en que debes aprender todo lo que puedas de los conocimientos de tu veterinario.

EXÁMEN VETERINARIO Y PRUEBAS
Por lo general el exámen veterinario incluirá:

- Peso de la mascota.

- Observación de la postura del animal, movimientos y actitud.

- Exámen físico incluyendo ojos, oídos, nariz, boca y dientes, piel y pelaje, miembros delanteros y traseros, zona genital y anal y cola.

- Palpación del abdomen y nodos linfáticos.

- Oscultación del corazón y los pulmones.

- Exámen fecal para parásitos.

- Recuento sanguíneo completo ( y el perfíl químico, dependiendo de la edad y la especie del animal doméstico).

Proporcionando a tu veterinario toda la información posible y teniendo a tu mascota examinada con regularidad, pues ayudarla a permanecer en óptimas condiciones, saludable y feliz. Recuerda, la prevención es la clave. "

Articulo traducido de http://www.peteducation.com

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agosto 28, 2007

Cuando los padres dicen No

Tenía muchas ganas de abordar este tema tan delicado, principal-
mente porque a pesar de mi convencida postura de que los animales no son juguetes la otra cara de la moneda es lo mucho que aportan estos maravillosos seres en el crecimiento psicológico y emocional de los niños.
Tener una vida a su cargo debería desarrollar en ellos el concepto de la responsabilidad, sentirse útil y necesario es de las experiencias más gratificantes para ellos.
Como adulto y madre, sin embargo, he de admitir que normalmente las cosas no salen bien por nuestra culpa. Somos nosotros mismos los que no sabemos enseñarles el respeto, el buen trato y el trabajo duro que forman parte de tener una mascota. Y para no complicarnos la vida simplemente decimos NO...


ANTES DE SEGUIR LEYENDO :
1) Hemos de ser conscientes de que como padres a veces idealizamos o infravaloramos a nuestros hijos en función de su edad. La capacidad de ser responsable no va unida a una edad concreta sino a un intervalo seguro, con el que muchas veces podemos equivocarnos. Por lo tanto, no debemos ser rígidos sino consecuentes. Un niño de 4 años, por mucho amor que le ponga a todo lo que haga no puede ocuparse totalmente de una mascota, en esa edad nos necesitará al 70%. Mientras que no por haber pasado de los 9 años, podemos estar seguros de que lo hará bien y se hará cargo de todo él solo.

2) Hay que tener en cuenta siempre las limitaciones de los padres. Como personas que somos no a todos nos gustan los animales, y aún gustándonos no todos estamos dispuestos a gastar nuestro tiempo con ellos limpiando caquitas o rellenando bebederos. Y cuando un hijo tiene una mascota, seguro que nos tocará hacerlo en algún momento!!

3) Todas las decisiones deben de ser tomadas con respeto y diálogo. Lo que se decide precipitadamente suele pasar factura ( sobretodo al pobre animal que no tiene culpa de nada de esto) y lo que se impone de forma rígida suele terminar rompiéndose y echándose en cara. Tener una mascota SIEMPRE implica una decisión familiar.

ANTES DE HABLAR CON TUS PADRES
1) Lee sobre los hámsters : ¿Estás seguro de que realmente quieres uno? Los hámsters sirios suelen vivir hasta los 4 años mientras que los hámsters enanos no sobrepasan los 2 años. Son animales nocturnos, así que mientras duermes ellos harán infinidad de ruidos que te despertarán constantemente. Además son sensibles al calor, la luz y muchas otras cosas como otros animales domésticos y niños pequeños. Si tienes algún gato en casa, probablemente tratará de comérselo y si tienes hermanos pequeños podrían hacerle daño sin querer al intentar cogerlo. No puedes ponerlos en la terraza donde les dé el sol directo ni haya corrientes de aire, ya que necesitan una temperatura ambiental estable. También deberás jugar con él todos los días para que se acostumbre a ti y tener su jaula limpia, limpiándola dos veces en semana más o menos para que siempre esté sano.

2) Se consciente de que una mascota es un gasto : Un animal necesita comida, accesorios y cuidados veterinarios que cuestan a veces un dinero bastante considerable. No puedes pensar que tus padres consentirán siempre en pagarte todo lo que tu hámster necesite, es posible que tengas que invertir en él toda o parte de tu paga. No puedes arrepentirte luego cuando quieras comprarte otra cosa o gastarte el dinero de su comida en golosinas para ti. Piensa detenidamente si es sólo un capricho o por el contrario los buenos momentos con él compensarán lo que monetariamente inviertas en su bienestar.

3) Ten seguro que cuidarás de tu mascota: Un hámster necesita que todos los días le pongas fruta y verdura fresca, le cambies el agua del bebedero, llenes su comedero de pienso y lo mimes durante un ratito. No puedes despertarlo para jugar con él si está dormido y si te muerde debes de ser paciente y tratarlo con cariño hasta que se acostumbre a ti. La jaula deberás limpiársela al menos dos veces en semana para que no huela mal y él siempre esté sano. Si crees que puedes dejar de hacer todo esto porque tengas mucho que estudiar o simplemente porque no te apetezca es posible que tus padres se arrepientan de haberte dejado tener a tu hámster y discutais.

4) Es posible que tus padres no te lo permitan: A pesar de todo lo que intentes para convercerlos y por muy responsable que seas, es posible que tus padres no accedan a que tengas una mascota. Intenta comprender sus motivos y acéptalo, aunque nosotros sí estemos preparados para tener un hámster a veces los demás no. No llores ni te enfades ni montes una gran escena de teatro griego, con eso sólo convencerás más aún a tus padres de que no estás preparado para hacerte cargo de una mascota.

CUANDO VAYAS A HABLAR CON TUS PADRES:
1) Aprovecha que estén juntos y sea un buen momento para hablar: Algo que odiamos todos los padres es que nos manipuleis al uno contra el otro, si vas por ese camino sólo conseguirás un NO aún más rotundo. Si pretendes decirlo cuando tengamos prisa, estemos haciendo la cena o el almuerzo o trás otra discusión, creo que nunca conseguirás lo que quieres. Debes elegir siempre un momento en el que tanto el padre como la madre puedan escucharte y prestarte toda la atención.

2) Mantén una conversación educada : Díles de manera sencilla y educada tu deseo de tener un hámster y acerte cargo de él, tanto en su cuidado diario como en tu contribución monetaria. Pide correctamente que te expliquen porque no quieren. Escucha sus respuestas atentamente y pregunta todo aquello que no te haya quedado claro pero sin discutir en absoluto. Agradece la explicación y cambia de tema. Si insistes en este momento habrás perdido toda posibilidad futura que pudieras tener.

4) Reflexiona sobre las explicaciones que te han dado: Muchas veces los padres dicen que No justamente, ya sea porque haya más mascotas en la casa, porque ese no sea el mejor momento para tener otro gasto económico o porque no te sobre el tiempo con los estudios porque hayas suspendido varias asignaturas. Ten en cuenta todo esto y sé sincero contigo mismo. Quizás realmente no sea el mejor momento de tener un hámster.

5) Inténtalo de nuevo: Si las explicaciones que te dieron tienen solución, intenta hablar de nuevo con ellos después de unas semanas. Muéstrales lo que has pensado para salvar esas dificultades que ellos ven. Sería muy bueno que ya hubieras empezado a poner en prática algunas de esas ideas, como haberte hecho responsable de otras cosas como de recoger tu cuarto, cuidar alguna maceta, prestarle atención a otras mascotas que haya en casa contribuyendo en su cuidado diario. dicen que una imagen vale más que mil palabras, si tus padres ven tu predisposición se lo pensarán.

6) Repite todos estos pasos : Mientras se sigan negando pero haya posibilidad pero no seas pesado ni lo intentes tras una discusión seria o un No justo. Sólo mientras las explicaciones que te den tengan solución y esté en tu mano. Muchas veces los mayores necesitamos más tiempo que los niños para hacernos a una idea o dejar que cambie algo en nuestra vida.

PARA LOS PADRES
1) Nosotros somos los adultos: Para los niños siempre es buen momento para satisfacer sus necesidades, deseos o caprichos, por eso es función nuestra la de poner los pies en el suelo y razonar la decisión de adquirir un animal para nuestros hijos. Una mascota nunca debe de ser una recompensa, ni debe otorgarse esa responsabilidad sólo para no tener que escucharlos más. Sin embargo, debemos saber dialogar con ellos, tanto para decirles No como para concederles el Sí. Los "porque lo digo yo" creo que ya nos los dijeron bastante a nosotros cuando eramos niños.

2) Una responsabilidad a medias: Una mascota nunca pertenece solamente al niño. La decisión de tenerla en casa implica que nosotros también como padres y parte de la familia debemos hacernos cargo de ella. Es imposible que un niño con su paga semanal o mensual se pueda hacer cargo del mantenimiento total del animal, aunque sí que es importante para enseñarle buenos valores que contribuya. Pero la mayor parte del gasto nos tocará a nosotros pagarlo. NUNCA deberíamos dejar morir a un animal por no querer pagarle un tratamiento veterinario que nuestro hijo con su paga no podría costear. Si no podemos hacernos cargo de eso, es mejor incluir esta dificultad en nuestro razonamiento para el No. Evidentemente, el gasto económico no es lo único que deben de hacer los padres, el niño necesitará una guía y una supervisión constante sobre sus cuidados hacia el animal. Por no hablar de esa pequeña ayuda en épocas de exámenes o de vacaciones con los abuelos en los que la mascota será enteramente "nuestra", ella y sus caquitas.

3) Cuando hay que decir sí : Si el único motivo que separa a nuestro hijo de su sueño de tener un hámster somos nosotros, quizás no estamos haciendo las cosas bien. Si el niño muestra signos de responsabilidad y amor hacia los animales, no es un capricho, colabora en las tareas de la casa, le ha hecho ya el hueco en su habitación para la jaula, esta conforme en colaborar con parte de su paga y nos lo ha pedido sin discusiones y tratando de salvar todos nuestros obstáculos se merece una oportunidad. A menos que tengamos un pánico incontrolable hacia estos pequeños roedores o no podamos hacernos responsables del animal cuando él no pueda, sólo nos queda el "porque yo lo digo". Quizás es hora de cambiar las cosas.

Información obtenida de www.wikihow.com y www.geocities.com/calhamassoc/Newsletter.html


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Problemas durante la cría (II)

No quisiera quitarle importancia a todas las dificultades que pueden presentarse durante el embarazo de los hámsters; sin embargo, por muy pequeños que sean los problemas que se planteen posteriormente, nos afectan mucho más puesto que ya somos conscientes de qué es una cría de hámster. Irremediablemente, también coincide con que las malas experiencias son mucho más frecuentes una vez que la hembra ha parido.
Es importante analizar estas difíciles situaciones que podremos encontrarnos, ya no sólo para evitarlas en todo lo que esté en nuestra mano o saber reaccionar rápida y correctamente, sino sobretodo para saber aceptarlas y asumirlas de una manera sana cuando hayan ocurrido. Continuo el articulo anterior con las tres etapas que quedaban por exponer...

DANDO A LUZ:
Las hembras suelen dar a luz durante la tarde, la noche o por la mañana temprano, pero a veces pueden parir durante el resto del día. La hembra está activa en el momento del parto, contrayendo sus músculos abdominales dos o tres veces antes de parir cada cría (los bebés suelen nacer en intervalos de 10 minutos aproximadamente). Entonces se sienta y se encorva para favorecer la salida del recién nacido, que suele ocurrir un par de minutos después. La placenta es expulsada tras el nacimiento de la cría y normalmente la madre la ingerirá ya que es una buena fuente de proteínas.

- Sangrado excesivo:
Despúes de que la hembra ha dado a luz a menudo se pueden observar manchas de sangre sobre la viruta de la jaula. Estas manchas son debidas a la expulsión y posterior eliminación de las placentas y es completamente normal. Pero en algunos casos aislados la cantidad de sangre observada es excesiva con lo que sí deberíamos alarmarnos. La madre puede presentar una pequeña hemorragia durante un par de días después del parto sin que sea motivo de preocupación, pero todo sangrado observable abundante en cantidad o tiempo es un signo claro de que algo va mal. El veterinario debería inmediatamente revisar a la hembra, a la que no separaremos de las crías para su traslado a la clínica y no cogeremos excepto en circunstancias de máxima urgencia.

- Distocia:
La distocia se produce cuando una hembra es incapaz de expulsar a las crías en el momento del parto. La causa más común es la interreproducción entre hámsters rusos de Campbell y hámster rusos, produciéndose normalmente cuando la hembra pertenece a esta última especie. Esto se debe a que los hámsters de Campbell fisicamente son un poco más grandes que los hámsters rusos, incluyendo el tamaño de su cabeza. Por este motivo las crías híbridas gestadas son difíciles de alumbrar para una hembra rusa cuyo sistema reproductor está preparado para dar a luz crías más pequeñas. Otras causas posibles son la obesidad en la hembra o posibles deformaciones en las crías.
Los primeros sintomas incluyen el letargo y a veces sangre en la vagina. Los esfuerzos de la hembra por expulsar a las crías pueden dar lugar a un abultamiento de la zona vaginal, que se vuelve amoratada conforme pasan los minutos. Hay que acudir inmediatamente al veterinario para ahorrarle el sufrimiento tanto a la hembra como a las crías. En la mayoría de los casos atendidos correctamente las crías no suelen sobrevivir y la hembra tarda unas dos semanas en recuperarse de la cirugía.
Si la ayuda veterinaria no llega a tiempo la hembra terminará muriendo sin haber podido parir.

- Crías muertas:
Aunque no es habitual, existe la posibilidad de que las crías nazcan muertas. No hay una explicación concreta que explique este hecho, ya que puede deberse a que los fetos se desarrollaran con algun tipo de deformidad o que en el momento del parto hubiera alguna complicación. Las crías que nacen débiles en partos tempranos o de gran número de bebés pueden perecer momentos más tarde y serán eliminadas por la hembra para recuperar el aporte proteico necesario para mantener a las demás.

- Problemas con la placenta:
Puede ocurrir que después de haber dado a luz a las crías alguna de las últimas placentas no sea expulsada por la hembra y se le quede dentro. Cualquier resto, ya sea placenta o feto, que no sea expulsado por la hembra a la hora del parto ya no será reabsorbido al torrente sanguineo por lo que terminará pudriéndose en el interior y provocando una seria infección. Es difícil observar cuando tienen lugar este tipo de situaciones ya que una vez que la hembra ha parido se la ha de molestar lo menos posible. Sin embargo, sintomas como aletargamiento, abandono total de las crías, lavado frenético y excesivo durante largos periodos de tiempo de la zona genital, abultamiento leve pero visible de dicha zona, supuración o mocosidad de extraño color en la vagina, pueden indicarnos que algo no va bien. La atención veterinaria debe ser inmediata y la hembra no debe de ser separada de las crías excepto bajo indicación del especialista.


CUIDANDO A LAS CRÍAS
Las crías nacen inmaduras, sin pelo, ciegas y sordas, y pesando sólo 3 gramos. Son rosadas y la piel es transparente apreciándoseles algunos organos internos como el estómago. A partir del 4º día la piel comienza a pigmentarse y a los 10 días estarán cubiertas totalmente de pelo. Las orejas se les forman completamente entre los 6-7 días. Se alimentan de leche materna aunque conforme van creciendo los padres les traen al nido pequeñas semillas.

- Si la madre ignora a las crías:
La hembra suele abandonar el nido varias veces al día para comer, beber, excretar o simplemente hacer un poco de ejercicio. Sus escapadas del nido no suelen durar mucho y conforme las crías son más pequeñas son menos frecuentes. Sin embargo, si observamos que la hembra lleva todo el día fuera del nido o se ha construido uno nuevo en otra parte de la jaula dejando de lado a las crías sí debemos preocuparnos. Los hámsters no suele abandonar a sus crías, a menos que hayan sido mal manipuladas por nosotros y estén impregnadas de nuestro olor, hayamos estresado e incomodado a la hembra con nuestras continuas inspecciones o hayamos limpiado la jaula y de forma concreta el nido sustituyendo el material de nido o de lecho por nuevo. Sin ningún tipo de interacción por nuestra parte, la hembra no suele ignorar a las crías por mucho tiempo, sólo el que le lleve hacer sus necesidades básicas.
Si por la razón que sea, las crías son ignoradas existe una pequeña posibilidad de que la hembra vuelva a hacerse cargo de ellas llevándola de nuevo al nido o transportando cuidadosamente con una cuchara las crías a su nueva cama varias veces hasta que reaccione positivamente.

- Canibalismo:
El canibalismo es un comportamiento común en los roedores que suele darse cuando la hembra es demasiado joven para hacerse cargo de las crías o se siente incapacitada para ello ya sea por estrés o por haber tenido varias camadas seguidas. De esta manera, la hembra recupera el aporte proteico que necesita para una nueva camada. Se puede evitar no provocando ninguna de las situaciones especificadas, es decir, no dejando críar a hembras menores de los dos meses y medio y proporcionándoles el descanso y tranquilidad necesarios entre camada y camada.

- Hinchazón del abdomen de los bebés:
En raras ocasiones puede ocurrir lo que se denomina como "fiebre del lactante", la leche materna se encuentra infectada y esto deriva en la hinchazón del abdomen de las crías que terminan muriendo. Normalmente el tratamiento de la madre con antibióticos puede ayudar a la recuperación de los pequeños. Las causas que provocan esta afección no están determinadas pero debe acudirse inmediantamente al veterinario para evitar la muerte de las crías. Otra razón podría ser que los pequeños se encontrarán estreñidos y al no poder evacuar el abdomen aumentara de tamaño. Sin embargo, en este caso la barriga tendría un tacto duro y no blando como en el caso de la fiebre del lactante.

- Enfriamiento de las crías:
Durante los primeros días de vida, las crías necesitan del constante contacto con su madre que le proporciona seguridad y sobretodo calor. El hecho de permanecer todas juntas en el nido les beneficia ya que al estar unas contra otras se mantienen bien calentitas. A veces puede ocurrir que la madre arrastre consigo algun bebé que esté aún mamando al salir del nido o que alguna cría se despiste y se aleje del mismo. Al no poseer todavía pelaje la temperatura corporal de los pequeños desciende y se aletargan llegando incluso a morirse si la madre no lo lleva de nuevo al nido.
Sólo en el caso de que la cría lleve un buen rato sola en algún lugar de la jaula debemos actuar. Normalmente la madre no tarda en darse cuenta de que le falta un bebé o éste llama su atención con sus pequeños gemidos, y es transportado de nuevo junto a sus hermanos y lavado para que recupere el calor que haya podido perder.
Si debemos actuar, nunca debemos coger a la cría con las manos, podemos ayudarnos con una cucharilla de postre para transportarla hasta el nido donde la hembra se encargará del resto. Si la cría casi no se mueve o se encuentra muy débil podemos envolverla en un trozo de rollo de cocina o papel higiénico y echarle suavemente nuestro vaho dos o tres veces antes de depositarla en el nido.

- Cuando la madre muere:
Las crías huérfanas tienen muy pocas posibilidades de sobrevivir, siendo casi nulas conforme más inmaduras son.
Se ha comprobado que hay hembras de hámster ruso que han aceptado crías de otras hembras, aunque nada es fiable al 100%. Para que la otra hembra las adopte es necesario frotar a los bebés con el material de nido para que se impregnen del olor y ponerlos junto a las otras crías mientras la hembra se encuentra fuera del nido. Siempre existe el riesgo de que la hembra los detecte y se los coma o los abandone fuera del nido, pero es la mejor opción de supervivencia que tienen los pequeños huérfanos.
La crianza con leche artificial es muy complicada y poco efectiva cuando las crías apenas tienen unos días de vida, por no hablar de horas. Normalmente sólo se tiene éxito cuando están próximas al destete. La leche que debe utilizarse es la que se vende para gatitos y se les debe administrar con ayuda de un cuentagotas. La mayoría de las veces las crías pueden presentar un poco de diarrea mientras se acostumbran a la lactancia artificial.
Por supuesto, nunca debe de faltarles un nido mullido y caliente en el que permanecer todo el tiempo. Conforme vayan cubriéndose de pelo, el contacto entre ellas les proporcionará el calor que necesitan y que les hubiera dado su madre.

- Heridas en las mamas:
Las crías nacen con dientes que les ayudan en su etapa de lactantes, sin embargo estos dientes pueden ocasionarle a la hembra pequeñas heridas en las mamas. Son más habituales en camadas grandes o en los últimos días de lactancia y pueden llegar a ser realmente molestas para la madre a la que no será raro oír protestar cuando sus pequeños la lastimen sin querer. Mientras las crías no hayan abierto los ojos no hay mucho que hacer a menos que apreciaramos sangre o heridas considerables. Las heridas se curaran solas normalmente gracias a los lavados constantes que se dará la hembra. Se le puede ayudar aplicandole con ayuda de una gasa estéril un poco de agua oxigenada o betadine diluido en agua al 10%. Es recomendable dejar descansar a la hembra después de la separación de las crías y no juntarla de nuevo con el macho hasta que no se encuentre totalmente recuperada.


DESPÚES DE ABRIR LOS OJOS
Entre los 13 -16 días de vida las crías abren los ojos. Están perfectamente cubiertas de pelo y se mueven con mucha más soltura por la jaula. Ya comen comida sólida aunque no serán destetados hasta cumplir las 3 semanas. Con este tiempo las crías pueden manipularse cuidadosamente sin miedo a rechazo por parte de la madre. A partir del mes ya se pueden separar por sexos, estando preparados para marcharse a sus nuevos hogares sobre las 5-6 semanas de edad.

- Abandono de las crías:
Puede ocurrir que la hembra, ya sea por estrés o porque se prepara para tener su próxima camada, abandone a las crías cuando éstas acaban de abrir los ojos. Los pequeños hámsters, que aún necesitan la leche materna al menos durante una semana más, intentarán que la madre vuelva a aceptarlos muchas veces sin éxito. Los chillidos de protesta se harán más frecuentes, siendo posible que la hembra ataque levemente a los pequeños para que éstos abandonen el nido. Ante esta singular circunstancia, las crías intentarán consumir otro tipo de alimento, privados de sus últimos días de lactancia. Se les puede ayudar ofreciéndoles semillas más pequeñas que las que habitualmente vienen en el pienso para hámsters y que se pueden encontrar en otros preparados para pájaros. La fruta convendría ponersela más troceada, e incluso triturada. Si los pequeños se ven demasiado delgados y débiles, otra opción puede ser alimentarlos manualmente con leche para gatos, actimel en pequeñas dosis y potitos de fruta para bebés.

- Segunda camada:
La hembra entra en celo de nuevo varias horas después del parto, con lo que puede ser de nuevo preñada por el macho mientras intenta sacar adelante la camada recién nacida. En estos casos, la hembra puede dar a luz mientras aún sigue amamantando a sus primeras crías. Si la primera camada ya come y bebe sola, es preferible separarla de la madre aunque aún no tengan las 3 semanas de vida. No hay una seguridad entorno a lo que pasaría si los pequeños siguieran junto a la hembra y sus nuevos bebés, algunas veces pueden convivir perfectamente hasta que llega la hora de separarlos pero otras la madre ataca a las crías o éstas dañan sin querer a los recién nacidos. Lo que sí es fiable es que la madre las desteta inmediatamente tras parir por lo que no hay una necesidad primordial de mantenerlas juntas.

- Peleas entre las crías:
Los juegos entre las crías pueden derivar con poca frecuencia a pequeñas peleas entre ellas, en las que no suele haber heridas visibles ni graves pero sí un buen alboroto. Si los enfrentamientos entre ellas se vuelven constantes es mejor separar a una de las crías implicadas para evitar males mayores conforme se hagan más grandes.

- Problemas con el macho:
Normalmente el macho ayuda a cuidar de las crías dándoles calor cuando son pequeñas, llevándoles pequeñas semillas al nido, regresándolas cuando deambulan por la jaula, pero puede ocurrir que una vez hayan abierto los ojos el macho las ataque. Este comportamiento no muy habitual puede darse por la inminente llegada de una nueva camada o porque la hembra se encuentre en celo pero no se deje montar. En esta situación debe decidirse entre separar al macho o a las crías, para evitar que pueda dañarlas e incluso matarlas.

- Muerte de las crías:
Se tiende a pensar que cuando una cría ya ha pasado de la semana de vida hay menos posibilidades de que perezca, pero no es así. Existen casos aislados en los que la hembra ataca y mata a crías con casi 10 días, posiblemente por estrés o por un segundo embarazo. Este no es un comportamiento normal puesto que la madre ha empleado un tiempo y una energía muy grande para sacar adelante su camada, y su muerte no le reportaría nin gún beneficio. Pero puede suceder. Es recomendable dejar descansar un tiempo a la hembra antes de que vuelva a tener una nueva camada y cuando llegue el momento vigilar que las cuide bien y no intente atacarlas de nuevo cuando comiencen a crecer.
También hay que tener en cuenta los accidentes y las escapadas, que suelen ser muy frecuentes en nuestros primeros encuentros con las crías. Los pequeños hámsters suelen ser muy inquietos, escurridizos y saltarines, por lo que hay que manipularlos con mucho cuidado y seguridad. Cuando una cría se nos escapa de las manos y cae al suelo no suele sobrevivir, inmediatamente sufre un derramamiento interno, una fractura de columna o un fallo multiorganico.






Este articulo se ha desarrollado consultando www.petwebsite, www.hamster-ruso.es y otras webs con información sobre la cría de hámsters.

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agosto 14, 2007

Problemas durante la cría (I)

La reproducción de los hámsters rusos, a pesar de ser un proceso natural, no está exenta de dificultades y problemas que se pueden presentar en cualquier momento, ya sea durante el embarazo, a la hora de parir o incluso, una vez que las crías han abierto los ojos. Debemos tener en cuenta que ya en libertad, estos roedores deben enfrentarse a un gran número de obstáculos entre los que se encuentran los depredadores, el clima, la territorialidad, etc. En cautividad, a pesar de que estos riesgos desaparecen, surgen nuevos debidos principalmente a la interacción humana.



DURANTE EL EMBARAZO:
La gestación de estos animales suele durar entre 18 y 21 días, aunque los primeros signos de preñez no se observan notablemente hasta 9 u 8 días antes de la fecha de parto. La hembra no comienza a mostrarse nerviosa hasta entonces: escarba las esquinas de la jaula, reune comida, cambia la ubicación del nido varias veces al día o disminuye su frecuencia de salidas permaneciendo mayor tiempo en la casita. Su abdomen crece y se abulta hacia los lados en mayor o menor volumen dependiendo del número de crías que traiga. Muchas veces el cambio en el contorno del abdomen no se nota hasta dos días antes, o incluso, puede ser imperceptible. El constante estado de excitación de la hembra en los últimos días puede acarrear peleas leves con el macho al que posiblemente echará del nido.

- Sangre en la vagina:
La presencia de sangre en la vagina cuando la hembra no ha parido ni pare en las siguientes horas o cuando el periodo de gestación aún no está terminado, suele ser un indicativo claro de que algo va mal. En la mayoría de los casos la hembra aborta o da a luz crías muertas. Son muchas las causas que pueden llevar a esta situación como un estres excesivo en la hembra, caídas o accidentes durante el tiempo de preñez, una hembra demasiado joven y preñada en sus primeros celos, reproducción híbrida, varias camadas seguidas, introducción de un nuevo macho cuando la hembra ya se encontraba preñada e incluso problemas genéticos derivados de la cría con especímenes de la misma familia como hermanos, padres o hijos.
Normalmente es recomendable una revisión por parte del veterinario para asegurarnos de que la hembra se encuentra en condiciones y ahorrarnos futuras malas sorpresas.

- Peleas graves con el macho:
En la mayoría de los casos y tratando con hámsters rusos, no es necesario sacar al macho de la jaula antes del parto. El padre ayudará a la hembra en el cuidado de las crías y le servirá de apoyo para cuando ella tenga que abandonar el nido en busca de comida o simplemente descanso. Pero a veces, la hembra reacciona agresivamente contra él, pudiendo provocarle heridas graves. No hay un perfil definido de las situaciones en las que ocurrirá esto, pero sí es cierto que una hembra estresada reaccionará de peor manera en sus avisos al macho. Cuando esto ocurra lo mejor es sacar al macho de la jaula y dejar que la hembra llegue al final de su embarazo en unas condiciones más tranquilas. Por supuesto, el macho no se introducirá de nuevo al parir, volver a juntar dos hámsters adultos aunque ya hayan convivido juntos y sean padres de una camada tiene las mismas complicaciones que una presentación de dos individuos extraños. Se debe dejar que la hembra críe sola a los pequeños y una vez separados de la madre a la edad adecuada, es cuando intentaríamos juntarla de nuevo con el macho.

- Aborto:
Cuando una hembra aborta podemos encontrarnos ante dos situaciones dependiendo del tiempo de gestación que ya llevara. Cuando el embarazo aún no está muy avanzado la hembra expulsa los fetos con facilidad y se come los restos, encontrando sólamente rastros de sangre en la viruta o algún pedacito de placenta, que identificaríamos como un pequeño coagulo de sangre rojo oscuro. Si la gestación estuviera bastante avanzada, se puede presentar algún problema en la expulsión y la hembra debería ser tratada urgentemente por un veterinario. Los fetos, bastante desarrollados, pueden presentar un tamaño excesivo para que la hembra pueda apañarselas sola y no conseguirá sacarlos, muriendo si no se le presta la atención necesaria. Si la hembra consiguiera expulsarlos, es muy importante estar pendientes de las placentas y estar completamente seguros de que también las echa fuera. Cualquier resto que pudiera quedarse dentro podría provocarle una infección muy grave.

- Embarazo psicológico o embarazo fantasma:
Puede ocurrir que la hembra presente un falso embarazo, que le hace aumentar el volumen alrededor del abdomen un poco antes de lo normal, alrededor de 6-8 días después del apareamiento. Si la hembra no muestra ningún signo de dar a luz y se sospecha que puede ser un embarazo fantasma no hay mucho que hacer, el contorno del abdomen volverá a su tamaño normal en un par de semanas. Las causas que pueden llevar a este tipo de embarazos falsos son desconocidas aunque suelen presentarse en hembras adultas ya estériles por la edad y que han tenido varias camadas durante su época fértil , y en hembras adultas cercanas al año a las que se las ha emparejado recientemente y por primera vez.

- Reabsorción de los fetos:
Cuando la hembra no es capaz de dar a luz por la razón que sea normalmente reabsorberá los fetos en la matriz a través del torrente sanguíneo sin efectos secundarios que la enfermen. A veces una hembra puede comenzar a reabsorberlos antes de que el período de gestación haya terminado y se puede observar una disminución en el contorno del abdomen un par de días antes de su fecha de parto. Que este hecho se haya producido no significa que la hembra no puede reproducirse satisfactoriamente más adelante.

- Retraso en la fecha del parto:
Que la gestación de los hámsters rusos esté calculada entre 18 y 21 días, no implica que no puedan ocurrir embarazos que duren 23 o 25 días. Los hámsters rusos tiene una capacidad asombrosa de retrasar la implantación de los óvulos fertilizados, lo que significa que aunque el apareamiento haya tenido lugar exitósamente la hembra puede retener la implatación de todos o algunos de los óvulos fecundados hasta una fecha posterior y por tanto dará a luz varios días más tarde de lo previsto. Si la hembra se encuentra en buen estado y no notamos un comportamiento fuera de lo normal ni la vemos abatida, no debemos preocuparnos si tarda uno o dos días más en parir.

- Adelanto de la fecha de parto:
Si la hembra se adelanta a la hora de dar a luz, teniendo a las crías más de dos días antes de los 18 días del límite inferior previsto, es muy probable que las crías mueran horas después del parto. En este caso, nos encontramos frente a crías demasiado inmaduras para salir adelante, de un tamaño inferior al que deberían tener y probablemente alguna deformación interna o externa poco apreciable. Normalmente la hembra será la encargada de eliminarlas o simplemente las abandonará a su suerte. En partos de gestaciones de 16 días, probables cuando la hembra es muy joven o trae un gran número de fetos, existe una gran posibilidad de que las crías salgan adelante, siempre con el riesgo de que alguna muera en el intento. Puede ocurrir que la hembra desheche algunas de las más debilitadas en beneficio de las que se encuentran mejor formadas y sean más fuertes. Este tipo de camadas se caracterizan por su tamaño inferior al de otras crías de su tiempo que nacieron dentro de la fecha prevista de parto, un retraso de varios días a la hora de abrir los ojos y normalmente un tiempo mayor de alimentación con leche materna, siendo destetados más tarde.


Este articulo se ha desarrollado consultando www.petwebsite.com y otras webs con información sobre la cría de hámsters.


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agosto 08, 2007

Bolas de correr, ¿buenas o malas?


Casi todos los que tenemos un hámster, en algún momento, hemos comprado o pensabamos comprar una bola de correr.
Este articulo de www.hamstercentral.com puede ayudarnos a tener ciertas precauciones si decidimos utilizarla o hacernos con una para disfrute de nuestra mascota:

"Uno de los juguetes para hámsters más comunes es la bola de correr. Puede ser un magnífico juguete ocasional para que el animal disfrute y se divierta, mientras lo uses correctamente. Hay varias cosas que se deberían considerar antes de adquirir una:


1) Transparencia:
Si la pelota es de colores demasiado oscuros, tu hámster no podrá ver por donde va, y constantemente chocará con las paredes, hecho que puede asustar mucho al animal (Muchos hámsters tiene miedo de la bola de correr, porque es como si los metieran en una caja oscura - y que corre tras él cuando el animal se mueve). Aunque las pelotas coloreadas parezcan más bonitas a la vista, recuerda que tu hámster ya tiene de por si una visión bastante pobre. Mientras que él no puede ver con detalle como el ojo humano ve, sí que pueden ver los contrastes. Poner a tu mascota en una bola transparente o de colores más claros es lo más seguro, y lo que menos va a asustarlo - después de correr varias veces en la bola clara, el hámster debería estar familiarizado con los contrastes de los objetos/paredes que hay en tu casa. Esto no se consigue usando una pelota coloreada.
Nota: Si tu hámster rechaza correr en la bola ( escarva para escaparse, se sienta y gruñe mientras se acicala hasta que lo sacas, es posible que tenga miedo de la pelota de correr)

2) Deshidratación/Temperatura Corporal:
Si decides usar una bola de correr, asegúrate de que el hámster tenga descansos de 20 minutos o más en su jaula. Esto le permitirá beber un poco, miccionar o excretar y coger un poco de aire fresco. Ten en cuenta que dentro de la bola la temperatura ambiental es mayor.

3) Recordar sacarlo:
Yo solía pensar que jamás me olvidaría de mi hámster en la pelota- ¡hasta que en realidad pasa! Para estar seguro de que te acordarás, ponte algun tipo de nota, conecta una alarma, o algo de ese tipo mientras el hámster esté en su bola. Todo esto es para evitar cuando suena el teléfono o alguna otra situación que puede hacerte olvidar que tu mascota sigue en la pelota.

4) Quedarse atrapado:
Si no oyes durante unos minutos rodar la bola con tu hámster dentro, ve a comprobar que todo va bien. Puede haberse quedado atrapado detrás o debajo de algún mueble u otro objeto de la casa. En cuanto te familiarices con los hábitos de rodaje del hámster, puedes bloquear estos obstáculos para que no ocurra o despejarle el paso.

5) Escapadas:
No importa como de robusta pueda parecer la tapa, puede y eventualmente ocurre que se suelta y cae, permitiendo que el hámster escape. El atrevido explorador pronto aprenderá que si golpea en un punto en particular un número de veces soltará la tapa y yujúuuuuuuu!... LIBERTAD! Una solución sencilla es colocar un pedazo de cinta adhesiva sobre la tapa y parte de la pelota después de introducir al hámster en ella. Algunas bolas de correr son propensas romperse completamente por la mitad si el hámster choca contra algo, así que también sería una buena idea colocar la cinta adhesiva alrededor de la mitad de la pelota.

6) Las patas del hámster:
Si las rendijas por donde entra el aire son demasiado amplias, las patas del roedor pueden engancharse. Deberías comprobarselas después de usar la bola, asegurándote de que no han sido lastimadas. Si oyes chillidos que vienen de dentro de la pelota, es posible que el hámster se encuentre enganchado. En el caso de los hámsters enanos, las bolas de correr de tamaño mini son las mejores. Para jóvenes y pequeños hámsters sirios, necesitarás un tamaño mayor. Para los sirios que tengan un tamaño bastante grande es más conveniente una bola de correr superior a las anteriores.

7) Herida/Golpe:
Las pelotas pueden rodar escaleras abajo, lastimando al hámster. Si tienes escaleras en tu casa, aseguráte que están bloqueadas mientras el animal está jugando en la bola de correr. Tampoco permitas que nadie "juegue" con la pelota mientras el hámster esté dentro. Moverla brsucamente, lanzarla al aire o botarla como si jugarás al baloncesto puede dañar seriamente al pobre hámster que se encuentra dentro, y eso no es divertido.

8) Estimulación:
De nuevo, la bola de correr puede ser un fantástico juguete para tu hámster si se usa correcta y cuidadosamente... pero recuerda que tu mascota tiene una gran necesidad de explorarlo todo y una pelota NUNCA será un sustituto ideal en ningún momento. Los parques de recreo para hámsters cumplen esta condición y están siendo cada vez más populares aunque requieren una constante supervisión.

9) Otras Mascotas:
Asegúrate que otros animales domésticos libres de deambular por la casa, como gatos, perros o conejos enanos, no se encuentran presentes (puedes ponerlos en otra habitación) mientras tu hámster está fuera de su jaula dentro de la bola de correr. El movimiento de la pelota podría ser una tentación muy fuerte para estos animales, que sin querer dañar intencionadamente al hámster, simplemente jugarán con la bola por curiosidad pudiendo lastimar seriamente o incluso matar al pobre roedor. "

En muchas ocasiones he estado totalmente en desacuerdo con el uso de las bolas de correr, principalmente porque la mayoría las usamos sin las precauciones debidas. Sin embargo, es un juguete para hámster que elegido correctamente (en tamaño y color, y evitando rendijas que puedan lastimar las extremidades del animal) y usado en sitios seguros, como pasillos o habitaciones amplias sin grandes obstáculos, siempre pendientes y con toda nuestra atención puesta en él, puede hacernos disfrutar de un corto rato de diversión con nuestro hámster fuera de su jaula.
Por tanto, sólo en el caso de que se vaya a cumplir con todas las precauciones propuestas y sin abusar nunca del tiempo que pase el hámster dentro de la pelota, evitando los meses de verano, es cuando realmente podría recomendar su uso.
NUNCA y bajo ningún concepto debe adquirirse una bola de correr para que la manipule un niño pequeño con el animal dentro. Ni siquiera bajo la supervisión de un adulto. Los niños suelen agitar, golpear o dejar caer este tipo de objeto, es su forma de jugar.

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