De dos en dos
En su hábitat natural el hámster ruso vive en colonias, jamás acepta un intruso en ella e incluso ataca a aquellos intrusos que ronden el área donde habita dicha colonia.
En cautividad el sentido territorial del ruso se agrava muchisímo, no sólo no es capaz de vivir en colonias sino que hasta ahora la única posibilidad fiable de tener dos hámsters rusos juntos es en parejas macho-hembra. Puede que en los escaparates de las tiendas de animales los veamos a todos juntos, pero lo que no sabemos es cuántos de estos rusitos al día tienen que separar por mordeduras y heridas profundas.
Los hámsters rusos conviven únicamente de dos en dos y a ser posible en parejas macho-hembra, los porqués de estas cuestiones son los siguientes:
De dos en dos porque actualmente las jaulas que solemos adquirir para nuestras pequeñas mascotas no son lo suficientemente grandes como para respetarles un espacio más que vital para uno. No se debería pensar ni remotamente que cuando nuestra pareja críe los pequeñines podrán quedarse con los padres debido a que en cuanto comienzan a crecer es la propia madre la que los echa del nido. Si la hembra trae de nuevo a otra camada será el macho quien ataque a los jovenes para evitarle cualquier riesgo a la hembra. Además cuando los pequeños empezarán a llegar a la edad de la madurez sexual las peleas entre hembras y entre machos se acentuarían provocando posiblemente las muertes de los jovenes.
Desde mi experiencia desaconsejo totalmente mantener dos hembras juntas por más que hayan sido criadas desde pequeñas juntas, ya sean hermanas o madre e hija. En estos casos conforme las hembras jovenes crecen y se desarrollan sexualmente aparecen los primeros chillidos de protestas seguidos de las primeras peleas más o menos serias. Las hembras reaccionan de esta manera ante individuos de su mismo sexo no sólo por su sentido territorial sino quizás debido también a los periodos de celo en donde se encuentran más nerviosas e irritables. No sirve que la jaula sea grande, ni siquiera que se introduzca una segunda casita para que cada hembra ocupe una. Las peleas se harán más constantes e irremediablemente para evitar males mayores acabaremos separándolas.
Nunca se debería esperar hasta el último momento para la separación, puesto que en una pelea seria los mordiscos son profundos y pueden alcanzar algún órgano vital, e incluso en un descuido de atención nuestro una de las dos hembras podría morir.
Las parejas macho-macho son menos complicadas, sin embargo tampoco podemos esperar que lleguen a buen término. La única opción que yo he podido mantener en este tipo de convivencia masculina ha sido entre rusos hermanos o de camadas distintas pero de la misma edad más o menos. Dentro de esta opción y si la jaula es grande he podido mantener hasta 4 hámsters machos juntos, siempre con vigilancia y aún así con el tiempo he acabado buscándoles parejas femeninas y separándolos.
Por supuesto, no es que el macho no tenga sentido territorial sino más bien que realmente lo pone en práctica cuando hay una hembra presente, por eso es capaz de permitir que otros machos convivan con él hasta cierto punto, siempre y cuando ninguno de ellos hayan conocido hembra. Una vez que un macho ha estado en presencia de una hembra al volver a su jaula con su compañero lo atacará. Desde mi punto de vista, esto es debido a que el macho ruso está en celo constantemente, no experimenta grandes cambios hormonales como la hembra en sus ciclos de celo, su caracter por tanto es más pasivo y calmado generalmente y es capaz de aceptar compañía aunque sea masculina. Pero una vez el macho ha olido a una hembra, su compañero de jaula sólo es un rival.
No se puede asegurar al 100% que una pareja macho-hembra vaya a salir bien, en la mayoría de los casos depende mucho de la hembra y de cómo acepte al macho. He tenido parejas donde al cabo de unas semanas conviviendo la hembra mató al macho sin un porqué aparente, parejas que se han llevado bien toda la vida, parejas donde la hembra atacaba al macho al final del embarazo y tuve que separarlos, parejas que después de una vida juntos preferían cada uno vivir en un piso de la jaula y no verse para nada...
Lo que sí puedo asegurar al 100% es que siempre que la hembra sea más joven y pequeña que el macho la pareja tendrá un mayor porcentaje de salir adelante. Cuando la hembra es mayor que el macho en tamaño o en edad es muy dificíl conseguir una armonia en la pareja que les permita vivir juntos. Son muy pocos los machos que reaccionan de una manera agresiva ante una hembra pero muchisimas las hembras que atacan al macho nada más que tenerlo delante.
No aconsejo intentar buscarle un compañero o compañera a un ruso adulto ya sea macho o hembra, si nuestra desición desde un principio fue un sólo animal debemos seguirla hasta el final por mucho que en algún momento nos pique la curiosidad de tener crías. Es preferible plantarse esa posibilidad desde el principio y adquirir una pareja joven que puedan llevarse bien debido a su corta edad que superar un fracaso en el que la vida de uno de los dos animales pueda estar en riesgo.
De querer arriesgarnos a esa posibilidad sugiero comprar una segunda jaula a la vez que adquirimos al segundo hámster por si nos vieramos en la necesidad de separarlos. Si nuestra mascota es un ruso macho adulto, deberíamos comprar una hembra pequeña y joven, y si en cambi0 ya poseemos una hembra adulta buscar un macho adulto y grande de tamaño. Aunque esta última pareja puede no funcionar, las hembras son muy hembras...
Etiquetas: Pon un Ruso en tu Vida
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