octubre 05, 2007

Hámsters en las aulas

He abierto una nueva etiqueta "El hámster ruso en el mundo" ya que muchas veces me he topado con articulos interesantes acerca de este tema y que no sabía en dónde englobarlos. Creo no hay mejor manera de inagurarla que con esta entrada ya que aún nos encontramos a principios del curso escolar.
En http://www.spca.bc.ca/Educators /encounters.asp tenéis el articulo original de Craig Naherniak " Classroom animals: More than responsible pet care" en el que me he basado para realizarla, traduciendo casi por completo su contenido. Espero que os guste ^^

" Muchos de nosotros hemos visto la primera experiencia de un niño pequeño al encontrarse con un animal. El niño se queda completamente absorbido por la criatura, a menudo extendiendo su mano para establecer contacto con ella. Esta íntima expresión de la profunda relación entre el niño y el animal es fundamental para su desarrolo humano y la construcción de su mundo - una manera en la que nosotros, los humanos, nos comprendemos a nosotros mismos en la relación con otros seres.


Los educadores tiene una oportunidad única de nutrir la curiosidad innata de un niño sobre los animales proporcionándole oportunidades para el contacto con la naturaleza. Este contacto puede tomar muchas formas, incluyendo viajes de estudios a parques, paseos por el patio y, con el mayor cuidado, animales en el aula.
A pesar de que el cuidado de los animales en las aulas puede ser una experiencia valiosa, también puede tener consecuencias serias negativas tanto para los niños como para los animales si la situación no se maneja bien. Además de supervisar estrechamente, los profesores deben de examinar sus propias actitudes, creencias y comportamiento.

Los profesores deben vigilar y trabajar para combatir la enorme presión social de ver a los animales como juguetes o como personas - como bebés que necesitan que se les abrace y se les mime. A la mayoría de los animales, por ejemplo, no les gusta estar tumbados sobre sus espaldas, es decir, bocaarriba, aunque esta sea la manera más habitual que tienen los niños, en particular las niñas, de coger a las mascotas. Por no decir que tampoco tienen la necesidad de ser abrazados, y mucho menos, besados.

El saber los comportamientos sociales ritualizados de estas criaturas nos ayuda a relacionarnos con ellos de una manera más apropiada a sus necesidades. Comprendiendo, por ejemplo, que cualquier animal de tamaño pequeño al ser cogido por la gente se siente prisionero (escapar es su mecanismo de defensa primario) nos ayuda a entender porqué estas mascotas parecen a menudo nerviosas y exaltadas. El reconocer qué un hámster es un hámster es la clave para desarrollar un respeto hacia la propia naturaleza y comportamiento del animal.

Si hay una cosa más importante para los niños para llegar a comprender, es que comparten el mundo con otros seres que tienen necesidades similares, pero no idénticas a las suyas. Este entendimiento ayuda a desarrollar la confianza del niño, la empatía y el respeto hacia otros- tanto animales como compañeros de clase.

Las experiencias en el aula con animales pueden ser sobretodo beneficiosas
para los niños urbanos que tiene a menudo menos oportunidades de tener un contacto directo con animales, que si vivieran en un ambiente rural.

Si el contacto y el trato para el animal no es positivo, puede conducir a lecciones negativas sobre como deben ser tratadas estas criaturas. Si, por ejemplo, un profesor alaba la importancia de mostrar un respecto al animal del aula pero no se comporta del mismo modo con otros animales habituales como los insectos, los niños aprenden posturas duales sobre cómo otras formas de vida deberían ser tratadas. De la misma manera, si l limpieza o la alimentación de un animal de aula son casuales o se retrasan debido a otros compromisos, esto demuestra a los niños que la responsabilidad del cuidado de los animales es flexible y no es tan importante. Además, un profesor debería proporcionarle a la mascota un hogar al final del año escolar, los estudiantes deben de aprender que tener un animal como compañero es un compromiso que se prolonga todo el tiempo de vida de éste.

Si un animal vive en una atmósfera de cuidados y respeto dentro del aula, la curiosidad y la empatía de los niños se verá asegurada y fortalecida para properar. La responsabilidad del profesor como modelo humano a imitar no puede ser minimizada."

A pesar de que el hámster esta situado entre los 5 animales de aula más habituales en España, no está recomendado por los expertos debido a su comportamiento nocturno, su pequeño tamaño y el díficil manejo que presenta para los niños. En un aula, este roedor es sometido a un cambio horario en sus costumbres que se traduce en una alteración de su carácter volviéndose muchas veces nervioso y mordedor. Si por el contrario, se respetan sus necesidades de descanso diurno, los niños no llegan a tener un claro contacto con él, olvidando al animal una vez pasada la excitación del primer trimestre. El pequeño tamaño de las especies enanas del hámster, cada vez más habituales en las tiendas de animales y en los hogares, dificulta su manejo por parte de los niños incrementándose las caídas, accidentes y escapadas, alterando visiblemente al animal que se volverá temeroso y huidizo.

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